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San Dai Hi Ho (三大秘法)

Los Tres Grandes Dharmas Secretos

Hay Tres Grandes Dharmas Secretos en el Budismo Nichiren:

 

  • Honmon-no-Honzon es el Buddha eterno Shakamuni acompañado con cuatro Bodhisattvas y así sucesivamente.

 

  • Honmon-no-Kaidan es la Plataforma de Preceptos en el cielo en la Tierra Pura del Monte del Águila Sagrada.

 

  • Honmon-no-Daimoku nos está enseñando que cada uno de nosotros está bajo la iluminación del Buddha eterno Shakamuni desde el pasado lejano hasta el futuro lejano, también es nuestro juramento a Buddha Shakamuni, que demuestra nuestra fe fuerte a Hokkekyo Honmon.

Nichiren Shonin nos reveló los Tres Grandes Dharmas Secretos, el legado del Buddha Eterno Shakyamuni para quienes vivimos en Mappo (Era del Declinar del Dharma)

Ho-on-jo, Nichiren Shonin escribió:

"El primero es el Objeto de Veneración (Honzon). Todas las personas a lo largo de Japón, así como en el resto del mundo entero, debería venerar a Shakyamuni el Buddha Original y Eterno revelado en las Enseñanzas Esenciales del Sutra del Loto como el Objeto de Veneración. ... El segundo es la Plataforma para Recibir los Preceptos (Kaidan) basado en la doctrina de las Enseñanzas Esenciales del Sutra del Loto. El tercero es el Título del Sutra del Loto (Daimoku). Todas las personas a lo largo de Japón, China y el mundo entero deberían cantar "Namu Myoho Renge Kyo."

Los Tres Grandes Dharma Secretos son puestos en práctica, por decirlo de alguna forma, cuando cantamos Daimoku y recitamos el Sutra frente al Honzon, el Objeto Veneración.

Por eso, cuando cantamos Daimoku y el Sutra, debemos hacerlo con voz clara y pura, con ritmo, armonía y con cierto sentido musical. El canto deber resultar agradable, tanto para uno mismo como para otras personas que puedan estar en nuestro entorno. Aunque no tengamos una voz privilegiada, debemos poner nuestro corazón.

Recuerda que la limpieza del Kaidan es muy importante, ya que es el santuario del Buddha y que cuando recitamos Daimoku, nos unimos como uno, como si nosotros mismos estuviésemos en la Ceremonia del Aire, en el Pico del Águila, cuando el Buddha Shakyamuni predicó el Sutra del Loto.

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